lunes, 30 de marzo de 2015

¿La deuda al IESS es una ficción contable?


¿LA DEUDA AL IESS ES UNA FICCION CONTABLE?
Pablo Lucio Paredes


Tomando información publicada en diversos medios:
“Según el presidente Correa, la deuda del estado al Iess es “una ficción contable” que actualmente supera los 12 mil millones de dólares … ratificó que “es un absurdo” que el estado siga subsidiando el 40% de las pensiones jubilares … Es un absurdo que le estemos subsidiando las jubilaciones, cuando tiene excedente de jubilaciones”.

Analicemos este tema paso a paso.

1)Hasta hace algo más de 100 años atrás en el mundo, los ahorros para jubilación eran voluntarios, y cada uno escogía la manera que más le convenía: tener propiedades, dinero en el sistema financiero, contar con el aporte y apoyo de la familia etc... Muchos lo hacían, algunos quizás no, y obviamente tenían una jubilación muy difícil.

2)Entonces se decidió que tener fondos ahorrados para la jubilación se convertía en una obligación impuesta desde el Estado y, en la mayor parte de casos, manejada por una institución estatal monopólica (no discutiré  aquí lo racional o irracional de esta decisión política). En casi todos los casos, se estableció un sistema de reparto, es decir que los afiliados aportan durante su vida laboral a un fondo común del cual se va repartiendo a los que se van paulatinamente jubilando. La alternativa (que en Chile se implementó hace 35 años y algunos países han imitado total o parcialmente) es un sistema de capitalización individual en el que cada persona va llevando su propia cuenta de ahorros que le va a servir a ella misma en su jubilación (contrariamente a lo que algunos plantean, este sistema también puede tener elementos solidarios, pero no es la discusión de este espacio).

3) El Ecuador escogió el sistema de reparto a través de una institución monopólica del Estado (ahora IESS). Todos los sistemas de reparto tienen la misma evolución: al inicio, cuando hay un número creciente de afiliados se van acumulando recursos importantes que se invierten para hacer crecer el fondo, y que se van utilizando en la gente que poco a poco se va jubilando. Durante décadas el sistema tiene recursos y luego la sociedad se da cuenta que ese acumulado no alcanza para cubrir las necesidades de los presentes y futuros jubilados. Eso es lo que se llama el saldo actuarial: proyectar hacia el futuro (digamos 50 años), lo que el sistema tiene y tendrá, versus lo que deberá desembolsar en jubilaciones.  

4) El cálculo actuarial arroja normalmente un saldo negativo (salvo en los sistemas de capitalización individual, si no se toma en cuenta el lado solidario) por varias razones: por presiones políticas y sociales se intenta siempre minimizar los aportes y aumentar los beneficios (como es un sistema de caja común hay un enorme incentivo en esa dirección), los rendimientos que obtiene la institución monopólica estatal son generalmente menores a lo que podrían ser porque hay direccionamientos políticos (por ejemplo prestar a los gobiernos o a los propios afiliados a bajas tasas de interés), y obviamente hay factores demográficos como que la gente al cabo de 30 años vive más de lo anticipado. En el caso ecuatoriano el cálculo actuarial arroja un resultado negativo de 70.000 millones de dólares según algunas fuentes especializadas, personalmente había presentado en mi libro “La Revolución Ciudadana … tanto para tan poco”, un cálculo de que cada nuevo afiliado “entra al sistema con un déficit actuarial de más o menos 2.000 dólares” por la diferencia futura entre lo que aportará y lo que recibirá. Multiplicado eso por el número de afiliados arroja una cifra similar.  

5) En el Ecuador, un momento dado (aquí no entraremos en el detalle de cómo se pasó de la Caja de Pensiones al actual sistema), se decidió que el Estado debía empezar a aportar un 40% de las jubilaciones (primero fue solo de las del sector público). Es decir ya que el problema de desfinanciamiento tenía en gran medida que ver con una decisión política (sistema de reparto, entidad estatal monopólica, intervenciones políticas en el sistema), era también a nivel político (es decir colectivo) que se debía resolver con un aporte del Estado, es decir de todos nosotros, al sistema para ir cubriendo poco a poco los futuros desbalances.

6) En consecuencia lo que dice el Presidente es cierto pero errado “…estamos subsidiando las jubilaciones, cuando tiene excedente de jubilaciones”. Cierto, porque al ser el Ecuador un país joven estamos en la fase en que año a año se va generando un superávit en el sistema de pensiones y se va acumulando recursos. Pero errado porque el sistema de jubilaciones no puede ser mirado en su situación actual, sino en una proyección actuarial (futura) y ahí como ya comentamos, hay un enorme déficit. Por ende la frase correcta es “…estamos subsidiando las jubilaciones que hoy tienen un excedente … pero un enorme déficit futuro”.

7)De las declaraciones del Presidente solo podemos pensar una de dos cosas.
a)O está diciendo que su Gobierno no va a aportar los fondos, pero que otros Gobiernos sí deberán hacerlo cuando ya no haya un flujo de caja suficiente, lo cual es irresponsable porque si este gobierno no quiere o no puede aportar, los del futuro tendrán menos tiempo para cubrir el déficit que, para decirlo de alguna manera, para entonces ya no será actuarial sino de caja y por ende su aporte anual será más grande (tendrán que aportar lo que este no aporta). Y eso es muy difícil o imposible pueda suceder, porque los gobiernos en el futuro deberán enfrentar sus propias necesidades financieras más la deuda que los gobiernos actuales le transmiten (incluyendo la enorme deuda que año a año contrae este gobierno) más los pagos para cubrir el déficit actuarial de la seguridad social.
b)O está diciendo que ni hoy ni en el futuro los gobiernos deberían aportar ese 40% (quizás solo una parte), y por ende cuando el déficit se manifieste, se deberá aplicar otros métodos de ajuste: menores jubilaciones en poder adquisitivo (ya sea por un monto nominal menor de jubilación o porque la inflación futura las va a carcomer), más aportes de los trabajadores o más años de trabajo antes de jubilarse.
   Sería interesante entender cuál es la posición concreta frente al futuro del sistema.

Conclusión

     Cualquier medida que tomemos dentro del mismo sistema de reparto, será poner dinero en un sistema que es el peor posible, por su dinámica financiera y por los desincentivos que tiene (aportar a una caja común  nunca es lo más sensato). Dentro de la lógica del sistema  el Estado tiene que aportar desde ahora para mantener un cierto equilibrio financiero futuro. Pero lo mejor es hacer una reforma de fondo para tender a un sistema de capitalización individual (al cual, como señalé, la sociedad puede agregar un componente solidario transparente a través de impuestos). No es que ese sistema sea perfecto ni sea costoso para la sociedad (sí lo es, y en particular la transición de un sistema a otro es costosa) pero tiene incentivos y equilibrios mucho más sensatos. El Ecuador es un país joven que aún puede hacerlo.

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