martes, 30 de diciembre de 2014

Por qué la dolarización es buena para el Ecuador


    El dinero es un producto social -una institución en sentido mengeriano- que no ha sido creado por autoridades políticas sino por los intercambios entre desconocidos mediante lo que los griegos llamaban "catalaxia", es decir, volver amigos a los extraños. Eso hace el comercio. Y el comercio ampliado requiere de un medio de intercambio como el dinero para evitar sistemas locales de deuda (don y dar incluído) o de trueque. El dinero tiene tres funciones en las sociedades humanas: ser medio de pago, ser unidad de cuenta (para poder hacer comparaciones entre otros bienes y entre distintos proyectos que requieren contabilidad rigurosa) y ser depósito de valor. Las dos últimas parecen no ser comprendidas ni apreciadas cabalmente por una parte importante de intelectuales y economistas del mundo. Como otras instituciones mengerianas -el lenguaje, la propiedad, la fam
ilia nuclear, la empresa, el derecho, etc- el dinero puede ser de alta calidad o de baja calidad, con consecuencias más o menos coordinadoras para el bienestar de las sociedades humanas.



1.- Medio de pago: debe ser un bien ampliamente aceptado. Algo que sea "fácil de deshacerse de", en otras palabras que tenga como característica la liquidez. El dinero es el bien más líquido dentro de una escala de liquidez y en general de dinerabilidad de los bienes disponibles.

2.- Unidad de cuenta: permite el cálculo económico, es decir, la contabilidad de costos. Un dinero de calidad permite saber cuántos recursos tangibles e intangibles se gastan en producir un bien intermedio o un bien final. De ese modo, las sociedades humanas saben que están agregando valor en sus actividades, es decir, creando riqueza.

3.- Depósito de valor: el dinero sirve para mantener un balance de efectivo frente a emergencias, condiciones cambiantes o simplemente ahorrar. El ahorro es el fundamento de una economía sana en el corto y largo plazo pues permite hacer inversión y reinversión en métodos y conocimientos -es decir, capital- para crear riqueza.
    Las dos últimas dependen de que el dinero sea dinero de calidad, poco o nada manipulable por autoridades políticas.

   El dólar norteamericano no es la plata ni el oro, que emergieron espontáneamente como las mejores formas de dinero a través de siglos de prueba y error, superando al ganado, los granos, la sal y otros metales debido a algunas características particulares. De hecho, ha perdido ya 97% de su valor (un dólar de hoy compra lo que compraban $0,03 en 1912 antes de la creación de la Fed estadounidense. Sin embargo, es un dinero de relativa buena calidad comparado con otros dineros fiat. Uno de sus beneficios más importantes ha sido el disminuir la operación del Efecto Cantillon, que implica la redistribución de poder adquisitivo de las grandes mayorías -asalariados, ahorristas y jubilados- a favor de exportadores, contratistas estatales, empleados públicos y otros receptores de dinero adicional que un banco central imprime. En un próximo post evaluaremos las predicciones más negativas sobre la dolarización en el Ecuador y sus resultados luego de estos 15 años.

domingo, 28 de diciembre de 2014

Entrevista con Dora de Ampuero: Dolarización

  Aquí les ofrecemos la entrevista que mantuvismo en la USFQ con Dora de Ampuero, directora del Instituto Ecuatoriano de Economía Política, una de las protagonistas de la dolarización colaborando desde el think tank que dirige -IEEP-  en la transformación de una idea teórica no implementada en ningún país en una política económica.
  La entrevsita la realiza Luis Espinosa Goded -profesor de economía de la USFQ- con la colaboración de Joaquín Chiriboga, alumno de economía de la USFQ y miembro del Club de Economía Panchonomist. 


 

    Los temas tratados en la entrevista son los siguientes con el minuto en el video en que se tratan:
La Dolarización: De la idea a la implementación.
- Primera vez que se oyó hablar de la Dolarización. 00:01:40
- Alternativas para Desucretizar el país. 00:03:21
- Analistas económicos y reacción frente al proceso. 00:04:37
- Los Think tanks y el Instituto Ecuatoriano de Economía Política. 00:06:12
- Argumentos en contra de la dolarización. 00:13:19
- Grupos a favor de la dolarización. 00:15:24
- Proceso de dolarización. ¿Una transición repentina? 00:18:32
- ¿Desdolarización del
país por medio de la creación de una doble moneda o moneda electrónica? 00:20:25
- Dolarizó Ecuador sin la intervención de Estados Unidos? 00:32:39
- Comentarios de economistas latinoamericanos sobre el proceso de dolarización en Ecuador. 00:37:18
- Ecuador: ¿modelo ecónomico a seguir? 00:39:18
- ¿Por qué no pudo la dolarización impedir el déficit fiscal y disminuir el gasto público? 00:40:14
- Pros y contras de la dolarización. 00:43:54
- Perversión de la moneda. 00:47:58
- Creación de una moneda regional. Opinión. 00:52:53






sábado, 20 de diciembre de 2014

El ecologismo es hijo de Malthus ... y tiene sus mismas taras.

 Por Luis Espinosa Goded
  Ya he argumentado que el ecologismo se comporta como una religión "naturalista"-"anti-humanista", pero esto no puede extrañar a nadie, pues el ecologismo es hijo directo de las predicciones del "lúgubre sacerdote" Robert Malthus.

   Malthus no sólo fue el primero que alertó de la "sobre-explotación" [1] de los recursos naturales por parte de los hombres. También fue el primero en hacer "mala ciencia" para defender sus tesis, en hacer predicciones catastrofistas (y siempre erróneas) sobre el futuro de la humanidad; y lo que es más, en hacer argumentaciones para el cambio del comportamiento de los hombres basados en supuestos argumentos morales superiores vestidos con trajes "científicos".   
     Todos conocemos las nefastas predicciones maltusianas hechas en su libro de 1798 "Ensayos sobre el crecimiento de lapoblación" que decía que, puesto que la tierra cultivable (los recursos naturales) sólo se pueden multiplicar (como mucho) aritméticamente, y la población sobre la tierra geométricamente (duplicándose cada 25 años), la tierra no producirá suficientes recursos para alimentar a todos los seres humanos, por lo tanto están condenados a la miseria.


Mala ciencia:
       Obsérvese el uso de términos matemáticos (aritmética y geométricamente) para la elaboración de sus teorías; pues el ropaje "científico" de teorías erróneas es una característica que comparte Malthus con los ecologistas actuales (sobre todo los del Cambio Climático). Dice Schumpetter en su obra canónica de historia del pensamiento económico del trabajo de Malthus que es: "un trabajo deplorable técnicamente, que por su substancia está a un paso de la insensatez"[2].
       Tan es así que el propio Malthus reconoce en la misma introducción que presenta sus teorías !sin datos¡:
       "Sin duda, este ensayo podrías haber sido completado con un mayor número de datos ilustrativos de su argumentación general"
       Pero el carecer de datos no es óbice para presentar una teoría general tan catastrofista y radical.

       También es importante señalar cómo es una ciencia de predicciones. Uno de los problemas epistemológicos más importantes en los que están atrapadas las ciencias actuales (y especialmente la economía) es la función "predictiva" de la ciencia en lugar de su función "explicativa". No se entiende muy bien porqué si la ley del crecimiento de la población con respecto a los recursos de manera insostenible es "inexorable" no se produjo esa catástrofe en los últimos cien, mil, o cinco mil años; pero sí se producirá en un futuro inminente en el tiempo vital de Malthus... (o más inexplicable aún, de los neo-maltusianos actuales).
       Y no sólo eso es criticable en cuanto a la metodología de Malthus, si no que cambió sustancialmente sus argumentos entre la primera (1798) y la segunda (1803) versión de su libro, sin cambiar las conclusiones del mismo.[3] (Más o menos como a día de hoy el IPCC cambia los datos y proyecciones sobre el Cambio Climático y su evolución sin cambiar sustancialmente sus conclusiones ni recomendaciones).



Lo no-debatible:
       A aquellos que estamos acostumbrados al debate sobre el Cambio Climático no nos sorprende cómo presenta Schumpeter lo que llegaron a ser las teorías de Malthus:
"La doctrina de Malthus se convirtió en la visión <correcta> del problema de la población, igual que el librecambio se había convertido en la política <correcta>; sólo la ignorancia o la aberración podían rechazarla, pues era parte del conjunto de verdades eternas registradas de una vez para siempre. no estaba mal adoctrinar a los oponentes si eran personas dignas de ese esfuerzo, pero no se les podía tomar en serio"[4].
      
       Unas teorías presentadas sin datos que las respalden, presentadas con una mala argumentación matemática, que son erróneas y contrarias a la evidencia fáctica y la correcta argumentación teórica, se convierten en "correctas", tan "correctas" que ni siquiera merece la pena ser discutidas. (¿Les recuerda esto a algunas declaraciones sobre la "debatibilidad" del Cambio Climático?).



La "moralización":
       Es decir, que Malthus, que era un sacerdote anglicano  cuya principal preocupación era "moralizar" la sociedad inglesa de su tiempo, y el argumento que utilizaba era el miedo que debían tener los ciudadanos a una catástrofe de sobrepoblación para que se casasen tardíamente (y por supuesto no tuviesen relaciones sexuales antes de casarse). Esta solución, según él, traería mayor moralidad y mayor prosperidad a la población.[5] Esto es, la amenaza con una catástrofe de recursos es tan sólo la excusa para provocar un cambio en el comportamiento de los ciudadanos ingleses de su tiempo... como se puede argumentar que las supuestas catástrofes del ecologismo son tan sólo excusas para intentar cambiar nuestro modelo de desarrollo capitalista que a tantos parece disgustar tanto.

El pesimismo:
       Malthus era un hombre profundamente pesimista, y sus teorías no pueden calificarse si no de "cenizas", agoreras o incluso apocalípticas. Malthus, como él mismo reconoce en la introducción en el ensayo sobre la población lo escribió para refutar las optimistas visiones de Godwin [6] (y Condorcet [7] luego es nombrado), fruto del entusiasmo en un nuevo tiempo que había generado la Revolución Francesa[8].
       El maltusianismo, como el ecologismo actual, es intrínsecamente pesimista. El pesimismo -y el concebir al ser humano como "agresor" y causante de ese futuro peor- es consustancial al ecologismo.
       El ecologismo cree que el futuro será peor que el pasado (de hecho es en su raíz conservador [9], lo que a muchos ecologistas de hoy en día no deja de consternarles), cree que no pueda haber progreso armónico de la sociedad, y cree que debemos cambiar nuestro modo de vida de manera radical por otro propuesto-supuesto modo de vida más "moral" que podría evitar esa catástrofe siempre inminente. Sin ese pesimismo intrínsico y esa desconfianza en el ser humano no se podría sostener los argumentos ecologistas-(maltusianos).



Los clamorosos datos que lo contradicen:
       Pero la idea de que la humanidad se vería en una lucha por los recursos que provocaría hambre o destrucción no se ha podido mostrar más falsa en los últimos doscientos años. Es difícil argumentar en contra de que la calidad de vida ha aumentado en los últimos 200 años desde que escribió el cenizo Malthus, y la población ha tenido un espectacular crecimiento de hasta siete veces, de los aproximadamente mil millones de personas del año 1800, a las más de siete mil millones de almas que hay sobre la tierra a día de hoy.
       Véase el gráfico:


       De hecho, siendo los datos tan evidente y contundentemente contrarios a las teorías de Malthus no puede sino sorprender (y hasta resultar risible como en este popular video de Crash Course por John Green) la actualidad y el auge que ha tenido en el siglo XX el neo-maltusianismo. Con representantes tan significativos como el -increíblemente aún prestigioso- Club de Roma, y su divulgador más reconocido, el -contrariamente a toda evidencia aún popular- entomólogo Paul Ehrlich con su  "The population boom". (Y todo este largo listado de "Organizaciones preocupadas por la sobre-población" que se encuentra en la Wikipedia, por ejemplo).



      
Más personas y más ricos:
 Quizá sea este el punto que marca la meridiana diferenciación entre los ecologistas-maltusianitas y los humanistas. Los unos se escandalizan y preocupan de que haya tantos hombres, mujeres, niños, ancianos sobre la faz de la tierra. Los otros nos alegramos porque haya más seres humanos sobre la tierra vivos al mismo tiempo, y deseamos que haya muchísima más vida humana, pues somos humanistas y nos congratula la existencia y la vida de nuestros semejantes.

   Como dijo Hayek replicando a Malthus: "Podemos ser o muchos y ricos o pocos y pobres", y es que es esa una de las esencias de las enseñanzas de las teorías económicas clásicas, que conciben a la sociedad sobre todo como un proceso de cooperación, en el que cada individuo aporta con su trabajo a perseguir sus propios fines, y ayudar a los demás a lograr los suyos. De tal manera que a través de la división del trabajo (y mucho más importante aún de la división del conocimiento) el conjunto de la sociedad se enriquece con cada nuevo miembro que es parte de ella.

Our alternative is either to stick to a moral tradition which we haven't invented, which most people cannot explain, and which economists can only retrospectively account for, in order to maintain the present four billion people living on this world, or to give up and allow a large part of this population to die of starvation.  - Friedrich Hayek

















       El ecologista-socialista-conservador-maltusiano concibe a los hombres como esencialmente consumidores de recursos, y por tanto a la sociedad como un enfrentamiento por recursos escasos (una visión hobbesiana del estado de naturaleza) en el que cada uno de los otros seres humanos son potenciales enemigos pues hay competencia por los recursos. El liberal concibe a los hombres como consumidores de recursos, cierto, pero esencialmente como creadores. No somos ni conejos ni mangostas que sólo consumen como en los símiles de Malthus, somos seres creativos, que además de consumir creamos, y de hecho creamos más de lo que consumimos, generando un excedente que nos hace un poco más ricos a los demás.
       El liberal, por tanto, concibe la sociedad como un proceso eminentemente cooperativo, en el que la existencia de cada ser humano de más hace un poco más próspero a todos sus semejantes, tanto por lo que crea, como por sus capacidades únicas que a todos nos enriquecen.

Más intervención del Estado:
       En lo que sí se diferencia Malthus del ecologismo actual es que Malthus no reclamaba la intervención del Estado para solucionar estos problemas, si no que más bien reclamaba la no intervención en ningún caso del gobierno. Hasta tal punto esto es así que Malthus se opuso a que el gobierno proveyese de casas para los más jóvenes (dado que eso provocaría que se casasen antes y por tanto agravaría el problema); y lo que es muchísimo más grave, las teorías de Malthus son las que influyeron en las políticas del Trevelyan, que fueron causa directa de la gran catástrofe del hambre de la patata en Irlanda de 1845-1852[10].
       Y es que Malthus creía que había que solucionar el [supuesto] problema de la sobre-población por medios de "restricción moral". Sin embargo los neo-maltusianos creen que hay que solucionarlo por medio del Estado y mayores "controles". Así no es casualidad que sean las dictaduras más crueles de nuestro tiempo como la China comunista las que impongan normas de control de la población como la prohibición de tener más de un sólo hijo.
       De manera lógica, y análoga, los ecologistas reclaman mayores intervenciones del Estado para "evitar" las "inminentes catástrofes" (destacadamente el Cambio Climático), de tal manera que se quieren imponer controles en cuánto CO2 consume cada ciudadano, hasta se reclaman mayores impuestos a los obesos, reducir los límites de velocidad en las carreteras, o incluso normar cómo nos debemos vestir.
       
       Con la amenaza constante de una eminente catástrofe, los ecologistas reclaman más y más intervención del gobierno para modificar el comportamiento de los ciudadanos. Esto es, más y más poder a los políticos para "regular" las vidas de los ciudadanos

Todas estas regulaciones, controles, prohibiciones, restricciones que se quiere que imponga el gobierno sobre los ciudadanos son evidentemente descoordinadoras, de tal manera que generan menor crecimiento económico. El ecologismo se mueve entre aquellos que defienden abiertamente el "decrecimiento", y aquellos que defienden o un menor crecimiento o un "crecimiento sostenible". Objetivo muy lógico, pero que cuando se examina en detenimiento qué se propone se descubre casi siempre políticas que generarán o ralentizarán el crecimiento económico, porque en el fondo lo que es sospechoso para el ecologismo es el modelo de desarrollo capitalista.

      
Conclusión:
      
  En conclusión, el ecologismo, como hijo del maltusianismo que es, presenta tres problemas gravísimos para el crecimiento de una sociedad humana armoniosa:


  •  No es humanista, no celebra al hombre, nos hace parecer culpables de nuestros logros. Hace al hombre "culpable", ya no de "pecado original" si no de ser y crear.
  •   Es pesimista, cree que el futuro será peor que el presente. Y siendo la ideología predominante en nuestro tiempo, sobre todo entre la juventud, crea una desconfianza con respecto al futuro muy descorazonadora.
  •  Al reclamar más "control" o "restricción" acaba reclamando más Estado, acaba en las manos de los políticos.




[1] En realidad es más correcto decir que divulgó esas ideas, pues ya desde el obispo Tertuliano (s. III d.C.) alertaba del exceso de población en la tierra.

[2] Schumpeter, ed. 1994 pg. 645. La verdad es que la opinión de Joseph sobre la calidad del texto de Malthus es durísima durante todas las páginas que le dedica al ensayo sobre la población.
   Escohotado, en "Los enemigos del Comercio", tomo II. 2013. Pg.: 129. En una nota al pie incluye además la opinión de Halevy: "el prestigio soberano del Ensayo a su <carácter seudomatemático>"; 
    y la de Cannan quien dice que: "Se desploma como argumentación, dejando un caso de hechos reunidos para ilustrar el efecto de leyes inexistentes".

[3] La segunda edición está más documentada y mejor trabajada ("a vastly more learned, a more thorough, and necessarily a more extensive book” than the first edition, released in 1798 -Mitchell:1, 258-) O que: “Malthus essentially repudiated his simple first edition theorizing in later editions” (1981: 374, fn. 35).
        Dice Schumpetter que la segunda edición es: “a completely new work which ... contains an entirely different theory” (579–80). He added, “the introduction of the prudential check (‘moral restraint’) … makes all the difference”
        Sin embargo, los nuevos datos o el aporte de la "restricción moral" (la abstinencia y los matrimonios tardíos), no cambian la conclusión fundamental.
Toda la nota citada de: http://politicalcapitalism.org/book1/appendix-b1c7.shtml

[4] La cita continúa: "No puede asombrar el que algunas personas, profundamente disgustadas por esa intolerable pretensión con tan poco fundamento, empezaran a aborrecer esta <ciencia de la economía>, con independencia de cualesquiera consideraciones de clase o de partido; y ese sentimiento ha sido un factor importante del destino de nuestra ciencia desde entonces"
Schumpeter, Historia del análisis económico, edición 1994 Ariel economía. Pg. 647.

[5] Hay que destacar, que al contrario de muchos ecologistas de nuestro tiempo, Malthus sí practico lo que pregonaba, se casó a los 38 años de edad (aún más tardío para la época de lo que es para nuestro tiempo). Tuvo dos hijos, pero ninguno le dio nietos.

[6] Considerado uno de los primeros autores anarquistas. Un liberal valedor de los derechos de las mujeres (como Condorcet lo fue de las mujeres, los negros y los judíos).
   Se puede ver claramente como desde el nacimiento del "ecologismo-catastrofista" ha estado enfrentado a los liberales-optimistas. De hecho nació de ese enfrentamiento.

[7] Él, en mi opinión, no suficientemente valorado Condorcet, que escribió su "Bosquejo de un cuadro histórico de los progresos del espíritu humano" Una bellísima y muy optimista historia de la humanidad y de amor a los hombres mientras estaba oculto y condenado por los revolucionarios franceses jacobinos, que luego le detuvieron, muriendo en prisión.

[8] Curiosamente no menciona la americana -quizá porque en Inglaterra la pérdida de las colonias no se vio con buenos augurios-, sin embargo ha sido la que mejores frutos ha dado.

[9] Como muy acertadamente señala el conscientemente conservador y conscientemente ecologista Marqués de Tamarón:
http://www.elmanifiesto.com/articulos_imprimir.asp?idarticulo=4110
   En este texto, por ejemplo, en el que señala que la derecha debe ser "conservadora" para "conservar", sobre todo, la naturaleza.

[10] Trevelyan, discípulo de Malthus, creyó que el hambre era una consecuencia de la amplia multiplicación de los católicos en Irlanda con respecto a los protestantes, por tanto evitó hacer nada para paliar esa tremenda catástrofe, agravando muchísimo más la situación. Algo que ha sido, incluso, acusado de ser un genocidio ya que murieron un millón de irlandeses y dos millones más emigraron. Un 25% de la población.
    (De hecho el gobierno inglés sí que hizo algo: impedir la entrada en Inglaterra de la ayuda enviada por los americanos que podría haber paliado en algo la catástrofe.)

viernes, 19 de diciembre de 2014

El ecologismo como religión

Por Luis Espinosa Goded

       El ecologismo (que no la ecología) es la ideología que impregna nuestro pensamiento, la que damos por asumida, la casi nunca cuestionada o planteada, pues es "el pensamiento común" del siglo XXI. Como profesor de economía de alumnos de 18 años, me veo en la dificultad de explicarles qué es y por qué es anti-humanista y liberticida ese pensamiento que de tan común ni se examina en sus fundamentos.

       El ecologismo se basa en que "la naturaleza es buena". Esa es la asunción principal y la que nuestra sociedad no cuestiona. Se puede ver en todos esos anuncios que dicen "100% natural" o que esto o aquello es "natural", dando al adjetivo "natural" una connotación muy positiva (probablemente la palabra con mayor connotación positiva de nuestras sociedades disputándose el puesto con "democracia").

       La contrapartida de la positividad por lo "natural" es que lo "artificial", lo "químico" es malo. De tal manera que las productos se anuncian "sin añadidos químicos", todo lo que tenga algo "artificial" (incluso las personas) pasa a ser negativo.


       Cuanto menos es curiosa esta dicotomía y valoración de "natural" y "artificial", ya que tanto lo uno como lo otro nos permite estar vivos y nos puede perjudicar. El agua que tomamos a diario no es "100% natural" si no que tiene añadidos químicos que la hacen potable, así como prácticamente todos los alimentos que tomamos. No hay nada más "natural" que una enfermedad (gripe, cáncer, o miopía), y nada más "artificial" que su cura (aspirina, quimioterapia o gafas).

       En realidad "natural" es un adjetivo neutro, si ponemos como valoración de "bueno" o "malo" lo que perjudica o beneficia al ser humano. Tan natural es el volcán estallando como el fruto del árbol, tan natural es la vida que nace como la enfermedad que nos trae la muerte. Exactamente igual que "artificial" es un adjetivo neutro (aunque la mayor parte de las cosas artificiales que ha creado el hombre, naturalmente, las ha creado para preservar y mejorar la vida de las personas).

       Uno de los saltos argumentales más difíciles de asumir del ecologismo y de nuestro tiempo es el que sitúa al "hombre" como algo "ajeno" a la naturaleza. Creando una dicotomía natural-humano que es crítica para el ecologismo y bastante inexplicable, ¿por qué los seres humanos siendo una especie animal no somos "naturales"? El hombre para el ecologismo es una especie de hijastro desnaturalizado de la Pacha mama, o la Madre tierra, que no es "natural" que todo lo que hace el hombre es un "ataque" a la naturaleza.[1]

       Por eso el ecologismo es "anti-humano", pues sitúa al hombre como un atacante de la "naturaleza" que es "buena", o, incluso, el culmen de lo "bueno", siendo la especie humana "mala" y reprobable por ello.
       Este relato es el subyacente a prácticamente cualquier cuento contemporáneo; no sólo "Avatar" o "El libro de la selva", prácticamente todo dibujo infantil representa la naturaleza como buena y el ser humano como su agresor.

       La civilización, los seres humanos, nos convertimos en "sospechosos", en destructores de la "Armonía natural", en atacantes de la "naturaleza", y por ello el correlato lógico del ecologismo es que los hombres debemos cambiar nuestra civilización "destructiva" por otra que "proteja" a la naturaleza (que parece el fin de toda acción, pues "lo natural" es lo superior).

       Por tanto el ecologismo no es humanista, no defiende al hombre y sus creaciones o lo que le permite vivir mejor. De hecho es "anti-humanista" pues acusa al ser humano, le hace ser sospechoso por ser. La humanidad es destructiva de un bien superior al hombre mismo, "la naturaleza"; que parece confundirse en sus atributos con "Dios", y que como algunas religiones sitúan al hombre como "ofensor" a la misma, y por tanto se ha de arrepentir y modificar su modo de vida (los logros de nuestra civilización).





[1] Quizá esta confusión se pueda entender considerando que el hombre es el único ser capaz de "superar" sus instintos, de trascender su naturaleza, de ir más allá de sus limitaciones a través sus creaciones. Pero es que "lo natural en el ser humano es superar su naturaleza, es superarse a sí mismo y sus limitaciones".

jueves, 11 de diciembre de 2014

Programa radio: externalidades negativas y el cambio climático

 Aquí pueden escuchar el programa "Economía de la vida diaria" correspondiente al jueves 23 de octubre y en el que participan los profesores de la School of economics de la USFQ Pablo Lucio Paredes, Mónica Rojas y Santiago Bucaram junto a la estudiante Priscila Vera.

jueves, 4 de diciembre de 2014

Programa radio: externalidades negativas

 Aquí pueden escuchar el programa "Economía de la vida diaria" correspondiente al jueves 18 de septiembre y en el que participan los profesores de la School of economics de la USFQ Pablo Lucio Paredes, Luis Espinosa y Santiago Bucaram junto a la estudiante Priscila Vera.

lunes, 1 de diciembre de 2014

Seguro del IESS para las amas de casa. Entrevista Radio Rayuela.

    El pasado jueves 27 de noviembre, Luis Espinosa Goded, profesor de la escuela de economía fue entrevistado en Rayuela Radio (@RayuelaRadioEc) en relación a la cotización a la Seguridad Social Ecuatoriana por parte de las amas de casa.