jueves, 20 de abril de 2017

LA SOCIEDAD SIN EFECTIVO


Pablo Lucio Paredes

La conversación surge de una anécdota del Econ. Brett Scott: va a una conferencia en Holanda, sale a tomar una bebida, encuentra una máquina de Coca Cola … que no recibe monedas y cuando intenta con su tarjeta de crédito le sale el famoso “su tarjeta ha sido rechazada”, y no hay otra manera de satisfacer su sed! Reflexión de Scott: uno, esta es una grave falla de mercado y, dos, la sociedad sin efectivo a la que vamos avanzando merece que reflexionemos sobre sus reales atractivos.
Primer comentario: ¿es una falla de mercado? En realidad es una mala coincidencia para él. Pero en la vida diaria ¿cuántas veces sucede que alguien no encuentra lo que razonablemente busca en un plazo relativamente razonable? Muy pocas veces. La gran  capacidad de la economía de mercado es el empate razonablemente correcto entre oferta y demanda.
¿La sociedad sin efectivo? Recodemos que el mundo depende para sus interacciones financieras de dos formas de dinero. Una, es el efectivo físico que está provisto como un bien público por una entidad estatal (el Banco Central). Dos, es el dinero bancario (cuentas, tarjetas etc…) que es fundamentalmente virtual. Y nos hemos movido de lo primero hacia lo segundo, en los países más desarrollados el efectivo tiende a desaparecer, en los lugares menos desarrollados aún representan un porcentaje importante pero declinante. Este movimiento se ha dado por dos razones. La primera es un  efecto de la demanda: todos utilizamos más instrumentos virtuales, por comodidad, seguridad, velocidad etc… La segunda es la oferta, el propio sistema financiero ha empujado las transacciones en esa dirección.
… pero ¿el salto final hacia cero dinero físico? ¿Es realmente una evolución natural o hay intereses excesivos detrás de esto? Según Scott, hay tres grupos que empujan en esa dirección. Uno, los bancos para fortalecer su monopolio. Dos, los intermediarios (como tarjetas de crédito) que procesan todos estos movimientos. Tres, los Bancos Centrales y gobiernos que ven esto como una buena manera de controlar más a los ciudadanos vía más información.  Y detrás de esto hay una duda: dado que la demanda por efectivo (más cómodo) estará probablemente siempre presente, ¿el sistema mantendrá el abastecimiento de esa demanda marginal o desaparecerá?
¿Riesgos? El primero es obviamente que se elimine un factor que, aunque marginal, seguirá teniendo una demanda. Segundo, que se aumente un eslabón de intermediación entre el cliente y el vendedor final, por ejemplo en el caso de la Coca Cola que Scott no pudo tomar, que su relación con la empresa de bebidas requiera de un intermediario adicional que es el sistema financiero que decide cómo se puede pagar el producto y elimine una opción que es el efectivo, es decir deje de ser un intermediario normal y se convierta en un decidor de cómo es parte del proceso de compra/venta. Tercero, que aumente el control del Gran Hermano estatal y empresarial sobre los ciudadanos, cada vez hay más información sobre qué hacemos, dónde, cuándo y cómo en las redes electrónicas … ¡y el efectivo es ciertamente una manera de protegeros de eso!