El
impuesto al valor agregado es una carga fiscal sobre el consumo, por ende, es
un impuesto indirecto financiado por el consumidor final. En el Ecuador la recaudación
de impuesto representa alrededor del 14% del PIB y específicamente el IVA
representa casi el 15% de los ingresos totales del presupuesto público.
A
partir de Junio del 2016, como parte del programa del gobierno, el cual buscaba
financiar la reconstrucción de las zonas afectas por el terremoto, se incrementó
este impuesto del 12 al 14%. Sin embargo, por ley, el IVA tiene que regresar a
su nivel de 12% el 1 de junio del 2017.De acuerdo a varios analistas económicos
afines al gobierno, se debería mantener el IVA en el 14% debido a tres razones:
primero, porque no ha afectado negativamente a la economía del país, segundo, porque
la población ya se acostumbró a esta tasa y finalmente, porque permite la redistribución de la
riqueza.
No obstante, es necesario
recalcar que las tres razones no tienen sentido alguno ya que este impuesto si
afecta al consumo, reduciéndolo y por lo tanto disminuyendo la recaudación fiscal. Según los datos del Servicio de Rentas Internas, el total de las
recaudaciones de IVA entre junio y noviembre de 2015 fue de 3.087.515 miles dólares, mientras que en el mismo período en 2016 fue de 2.847.802 miles dólares. Si se calcula la variación
porcentual entre los dos años encontramos que en el 2016 la recaudación bajó en
7,76%. Por otro lado, a este impuesto se lo denomina regresivo ya que las familias de menos
ingresos (lo más pobres) asignan la mayor parte de su ingreso al consumo de los
cuales la mayoría están grabados con IVA. Mientras que, las personas de mayor
ingreso, asignan, proporcionalmente, una menor parte de sus ingresos al
consumo. Por otro lado, las obras que se podrían financiar con un mayor IVA son
utilizados en mayor porcentaje por las personas de mayor ingreso (por ejemplo
carreteras).
La disminución en la recaudación fiscal puede explicarse por dos razones:
primero, al haber recesión, disminuye el ingreso y por lo tanto baja la
recaudación fiscal y en segundo lugar, con un ingreso constante, al aumentar el
IVA y por ende los precios, las personas disminuyen su consumo. En el escenario
1, el IVA actuó como estabilizador automático evitando una caída drástica de la
recaudación fiscal. Sin embargo, en cualquiera de los dos escenarios, en el
2017 el IVA debería regresar al 12% pues la recesión ya terminó y en este
momento lo que buscamos es incentivar el consumo para reactivar la economía
(esto de acuerdo al oficialismo). En conclusión, el regresar el IVA al 12%
NO debería ser cumplir con una oferta de campaña sino simplemente permitir que
se cumpla la ley y de esta manera dar al mercado, señales de seriedad que es lo
que la economía necesita actualmente.
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