Sobre las
"necesidades" en economía
Por Luis Espinosa Goded
La definición canónica de
economía es aquella de Robbins
que define nuestra ciencia como la ciencia de las "necesidades".
Así, por ejemplo, la wikipedia en español:
Economía: La
forma o medios de satisfacer las necesidades humanas mediante los recursos (que se
consideran escasos).
Leonel Robbins. Imagen: National Portrait Gallery
Son ya muchos los
economistas (entre los austriacos podemos mencionar a Kirzner y Huerta de Soto)
que han criticado esta definición por su carácter estático, esto es, puesto que
dan por "dadas" los medios y las "necesidades". Pero pocos
autores han reparado en el error y la perversión de percepción que se produce
al usar la palabra "necesidades" que implica limitar la libertad del
ser humano y ocultar su realidad anhelante.
Es curioso el que pocos
economistas hayan reparado en un error tan clamoroso en la definición misma de
nuestra ciencia, pero no puede ser más erróneo el decir que la economía se
encarga de las "necesidades humanas", pues limita el objeto de
estudio a la supervivencia de los hombres, cuando el verdadero progreso
económico no se produce cuando se palían las necesidades, si no cuando se persiguen
lo que los hombres quieren, desean, anhelan; los lujos y la prosperidad.
"Necesario" según el DRAE es:
necesidad.(Del lat. necessĭtas, -ātis).
Parece que en ninguna de las
seis acepciones se corresponde con nada de lo que hace la economía (algunos
críticos de nuestra ciencia dirán que la sexta se aproxima, pero los economistas
negamos esto con rotundidad); la tercera y cuarta parece ser a lo que se
refieren cuando se usa en la definición, pues es lo que los hombres necesitamos
para vivir, pero en realidad nos dedicamos a analizar muchísimo más.
Por ponerlo claro, la carencia de cosas que son
"necesarias para la vida" o "alimento que hace desfallecer"
sería básicamente menos de 2000 calorías al día y unos dos litros de agua, en
un entorno de unos 20ºC y con oxígeno en el ambiente. Nada más es
"necesario". Todo lo demás es lujo, superfluo, deseo, aquello que los
hombres persiguen, aquello que los hombres hacen.
Gracias al progreso de la
humanidad la inmensa mayoría tenemos satisfechas nuestras necesidades (aún 805
millones de personas pasan hambre). La inmensa mayoría de los seres vivos
(el 88% aproximadamente) no actúan económicamente para cubrir sus necesidades,
si no para conseguir prosperar más en la vida.
Lo grave de esta definición
es que el concepto de
"necesidad" implica una merma de la libertad. Si
"necesito" algo no "elijo", es "necesario" que
actúe de esta o aquella manera. Según las acepciones primera y segunda del
diccionario cuando algo es "necesario" es "irresistible" y
es "imposible sustraerse", esto es, no hay libertad alguna cuando
algo no se puede resistir ni me puedo sustraer. Actúo por "necesidad"
no por elección.
Si la economía estudiase lo que los hombres hacen para
conseguir lo que "necesitan" no estudiaría lo que los hombres eligen
hacer para conseguir lo que desean. Ambas concepciones son muy distintas, la
una es limitada, no todo puede ser "necesario", por tanto el estudio
ha de tener un fin. Sin embargo lo que los hombres quieren, desean, es por
definición infinito (cada uno de nosotros deseamos infinitas cosas, y la suma
de todos los deseos de todos los hombres sería algo así como un infinito
elevado a infinito); de tal manera que la economía pasa a ser una ciencia ilimitada,
que siempre tendrá que estudiar el accionar humano, no sólo hasta que cubre sus
"necesidades".
El estudiar sólo las "necesidades"
es un concepto de pobrismo y no de progreso. Es un estudio de los límites de la
miseria, y no de los deseos, anhelos, ganas de superación, lujos y prosperidad
de los seres humanos.
Esta generalización (abuso diría yo) del uso del concepto de "necesidad" se ha extendido a todas las ciencias sociales, incluido el marketing y la psicología a través de la muy conocida "Pirámide de Maslow". Esta difusión no puede justificar el empleo de la palabra "necesidad" en la definición de Robbins, ya que la una antecede en al menos veinte años a la otra. En segundo lugar sigo pensando que Maslow tergiversó el término "necesidad" (need) en sus teorías, llamando "necesario" a lo que simplemente son anhelos o deseos de órdenes superiores, pero en ningún caso "necesarios". Amén de que la teoría de Maslow, siendo útil como simplificación, está en entredicho como generalización, y es que no todos los seres humanos necesariamente seguimos ese "orden de necesidades", si no que también elegimos qué priorizamos en nuestras vidas (el amor por encima de la seguridad financiera, la auto-realización por encima de nuestra familia y así). Una vez más Maslow, empleando la palabra "necesidad" y haciendo una jerarquía en teoría generalizada a todos los hombres oculta la realidad más importante de la conducta humana: LA LIBERTAD, los seres humanos podemos elegir qué priorizar en nuestras vidas, no somos dependientes completamente de nuestras instintos ni de supuestas jerarquías de "necesidades".
Esta generalización (abuso diría yo) del uso del concepto de "necesidad" se ha extendido a todas las ciencias sociales, incluido el marketing y la psicología a través de la muy conocida "Pirámide de Maslow". Esta difusión no puede justificar el empleo de la palabra "necesidad" en la definición de Robbins, ya que la una antecede en al menos veinte años a la otra. En segundo lugar sigo pensando que Maslow tergiversó el término "necesidad" (need) en sus teorías, llamando "necesario" a lo que simplemente son anhelos o deseos de órdenes superiores, pero en ningún caso "necesarios". Amén de que la teoría de Maslow, siendo útil como simplificación, está en entredicho como generalización, y es que no todos los seres humanos necesariamente seguimos ese "orden de necesidades", si no que también elegimos qué priorizamos en nuestras vidas (el amor por encima de la seguridad financiera, la auto-realización por encima de nuestra familia y así). Una vez más Maslow, empleando la palabra "necesidad" y haciendo una jerarquía en teoría generalizada a todos los hombres oculta la realidad más importante de la conducta humana: LA LIBERTAD, los seres humanos podemos elegir qué priorizar en nuestras vidas, no somos dependientes completamente de nuestras instintos ni de supuestas jerarquías de "necesidades".
Es por tanto muy necesario que los economistas cambiemos la definición misma de
nuestra ciencia, eliminando el uso del término "necesidades" y
sustituyéndolo por el de "deseos", o "lo que los hombres quieren
alcanzar, lograr, poseer, conseguir, tener..."; reconociendo, por tanto,
que la economía es una ciencia que se encarga de lo infinito, no de lo
"necesario", que estudia a los hombres tal cual son, ambiciosos en
sus ganas de prosperar, de mejorar, de alcanzar siempre nuevos fines, de
empeñar sus esfuerzos en perseguir otros horizontes. Un hombre no constreñido
sólo por sus "necesidades", si no un ser humano expansivo que se
esfuerza en alcanzar más y más. Un ser humano libre, frente a un ser humano necesitado.
Menger solo se refiere a las necesidades, nunca a los deseos. El problema es multidimensional, no solo uno de necesidad vs. deseo, es el subjetivismo vs. objetivismo, y está también ligado la noción de bienestar. La critica de Buchanan a Robbins es mucho más completa que la de Kirzner (no he leído la de JHDS) pues no solo abarca lo estático, también abarca el concepto de bienestar. Regresando al tema si atamos la necesidad al subjetivismo, el termino cobra más fuerza, mis necesidades al ser subjetivas solo pueden ser evaluadas por mi mismo y no son simples caprichosos deseos. El problema yace en la idea que la idea que necesidades se pueden ser "objetivas", es decir que un tercero puede "objetivamente" evaluar las necesidades de uno.
ResponderEliminarMuchas gracias Santiago por el aporte.
ResponderEliminarEstoy muy de acuerdo en que el eje objetivista-subjetivista es esencial en este debate, pero por eso creo que es mejor desterrar de nuestra ciencia la palabra "necesidades" que sí se presta a ser "objetivizadas" y emplear "deseos" que evidentemente son subjetivos siempre.
A pesar del uso de Menger que mencionas, sigo creyendo que los economistas abusamos del término "necesidad" tergiversándolo, sobre todo desde que Robbins lo incluyó en la definición canónica.
No conozco la crítica de Buchanan, que buscaré con interés.
Luis:
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. Hace años tuve un minidebate con Juan Fernando Carpio, no logré convencerlo que debíamos usar deseos. En mi opinión, no se puede elegir entre necesidades pero sí entre deseos. Las primeras son objetivas, los segundos son subjetivos.
Muchas gracias Franklin.
ResponderEliminarLa verdad me sorprende que este debate no lo tengamos más en economía, y no me soprende nada que tú ya lo hayas debatido previamente :-).
Creo que los que estamos convencidos de la importancia de cambiar el abuso de al palabra "necesidades" por "deseos" debemos insistir lo más posible en los foros precisos.
E insistir en el agradecimiento por tu lectura, ya que nos honras con tus aportes en los comentarios.